La Novena a la Divina Misericordia

Jesús le dictó a Santa Faustina una Novena, que debía comenzar el Viernes Santo y culminar el primer Domingo siguiente a la Pascua, que Nuestro Señor pidió fuera dedicado a la Fiesta de la Divina Misericordia.

Nuestro Señor mismo dictó las intenciones de cada día y la forma de rezarla, que presento a continuación directamente del Diario de Santa Faustina:

“Novena a la Divina Misericordia, que Jesús me ordenó escribir y hacer antes de la Fiesta de la Misericordia. Empieza el Viernes Santo.

Deseo que durante esos nueve dias lleves a las almas a la Fuente de Mi Misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada dia traerás a Mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de Mi misericordia. Y a todas estas almas Yo las introduciré en la casad de Mi Padre. Lo harás en esta vida y en la vida futura. Y no rehusaré nada a ningun alma que traerás a la Fuente de Mi Misericordia. Cada dia pedirás a Mi Padre las gracias para estas almas por Mi amarga Pasion.

Contesté: Jesús, no sé como hacer esta novena y qué almas introducir primero en Tu muy misericordioso Corazón. Y Jesús me contestó que me diria, dia por dia, qué almas debia introducir en Su Corazón.”

Primer dia

Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumergelos en el mar de Mi misericordia. De esta forma Me consolarás de la amarga tristeza [en] que Me sume la pérdida de las almas.

Jesús tan misericordioso, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu muy compasivo Corazón y nunca nos dejes salir de Él.

Te lo suplicamos por Tu amor que Te une al Padre y al Espíritu Santo.

Oh omnipotencia de la Divina Misericordia
Salvacion del hombre pecador,
Tú [eres] la misericordia y un mar de compasión,
Ayudas a quien Te ruega con humildad

Padre eterno, mira con misericordia a toda la humanidad, y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el Corazón de Jesús lleno de compasión, y por su dolorosa Pasion muéstranos Tu misericordia para que alabemos su omnipotencia por los siglos de los siglos. Amén.

Segundo dia

Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y las almas de los religiosos, y sumérgelas en Mimisericordia insondable. Fueron ellas las que Me dieron fortaleza para soportar Mi amarga Pasion. A traves de ellas, como a traves de canales, Mi misericordia fluye hacia la humanidad.

Jesus misericordiosisimo, de quien procede todo bien, aumenta Tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo.

La fuente del amor de Dios,
Vive en los corazones limpios,
Purificados en el mar de misericordia,
Resplandecientes como las estrellas,
Claros como la aurora.

Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de Tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de Tu bendicion. Por el amor del Corazón de Tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de Tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación, y a una sola voz canten alabanzas a Tu misericordia sin limite por los siglos de los siglos. Amén.

Tercer día

Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Éstas almas Me consolaron a lo largo del Via Crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.

Jesus infinitamente compasivo, que desde el tesoro de Tu misericordia les concedes a todos Tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de Tu clementisimo Corazón y nunca nos dejes escapar de Él. Te lo suplicamos por el inconcebible amor Tuyo con que Tu Corazón arde por el Padre celestial.

Son impenetrables las maravillas de la misericordia,
No alcanza sondearlas ni el pecador ni el justo,
Miras a todos con compasión,
Y atraes a todos a tu amor.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de Tu Hijo y por su dolorosa Pasión, concédeles Tu bendición y rodéalas con Tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen Tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Cuarto día

Hoy, tráeme a los paganos* y aquellos que todavía no Me conocen. También pensaba en ellos durante Mi amarga Pasión y su futuro celo consoló Mi Corazón. Sumérgelos en el mar de Mi misericordia.

Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de Tu piadosísimo Corazón a las almas de los paganos que todavía no Te conocen. Que los rayos de Tu gracia las iluminen para que tambien ellas unidas a nosotros, ensalcen Tu misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de Tu compasivisimo Corazón.

La luz de Tu amor
Ilumine las tinieblas de las almas
Haz que estas almas Te conozcan,
Y junto con nosotros glorifiquen
Tu misericordia.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los paganos y de los que todavía no Te conocen, pero que están encerrados en el muy compasivo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que tambien ellas ensalcen la generosidad de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Quinto día

Hoy, atráeme a las almas de los herejes y de los cismáticos**, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Durante Mi amarga Pasión, desgarraron Mi cuerpo y Mi Corazón, es decir, Mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, Mis llagas cicatrizan [333] y de este modo alivian Mi Pasión.

También para aquellos que rasgaron
la vestidura de Tu unidad
Brota de tu Corazón la fuente de piedad.
La omnipotencia de Tu misericordia, oh Dios,
Puede sacar del error también a estas almas.

Jesús sumamente misericordioso, que eres la bondad misma, Tú no niegas la luz a quienes Te la piden. Acoge en la morada de Tu muy compasivo Corazón a las almas de los herejes y las almas de los cismáticos y llévalas con Tu luz a la unidad con la Iglesia; no la dejes alejarse de la morada de Tu compasivísimo Corazón, sino haz que tambien ellas glorifiquen la generosidad de Tu misericordia. Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los herejes y de los cismáticos que han malgastado Tus bendiciones y han abusado de Tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus
errores, sino el amor de Tu Hijo y su amarga Pasión que sufrió por ellos ya que tambien ellos están acogidos en el sumamente compasivo Corazón de Jesús. Haz que tambien ellos glorifiquen Tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

  • Nuestro Señor originalmente usó las palabras “los paganos”. Desde el pontificado del Papa Juan XXIII, la Iglesia ha juzgado apropiado el reemplazo de este término por la denominación “los que no creen en Cristo” y “los que no conocen a Dios” (ver el Misal Romano, 1970).

** Las palabras originales de Nuestro Señor son aquí “herejes y cismáticos”, ya que Él habló a Sor Faustina según el contexto de su tiempo. Desde el Concilio Vaticano II, las autoridades eclesiásticas han considerado impropio usar esas denominaciones según las explicaciones expuestas en el Decreto Conciliar sobre el Ecumenismo (No. 3). Es apropiado usar en su lugar el término “los hermanos separados”. Sin embargo con el tiempo la Iglesia ha decidido usar todavía otra denominación: “los hermanos que creen en Cristo” (ver el Misal Romano, 1970).

Sexto dia

Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los ninos pequenos, y sumérgelas en Mi misericordia. Éstas son las almas mas semejantes a Mi Corazón. Ellas Me fortalecieron durante Mi amarga agonia. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de Mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir Mi gracia; concedo Mi confianza a las almas humildes.

Jesús, tan misericordioso, Tú Mismo has dicho: Aprendan de Mí que soy manso y humilde de corazón. Acoge en la morada de Tu compasivisimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los ninos pequenos. Éstas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios Mismo. Éstas almas tienen una morada permanente en Tu compasívisimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.

De verdad el alma humilde y mansa
Ya aquí en la tierra respira el paraíso,
Y del perfume de su humilde corazón
Se deleita el Creador Mismo.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas mansas y humiles y a las almas de los niños pequenos que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús. Éstas almas son las más semejantes a Tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza Tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, Te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que Te proporcionan, bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Séptimo dia

Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican Mi misericordia de modo especial y sumérgelas en Mi misericordia. Éstas almas son las que más lamentaron Mi Pasión y penetraron más profundamente en Mi espiritu. Ellas son un reflejo viviente de Mi Corazón compasivo. Éstas almas resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.

Jesús misericordiosisimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de Tu compasivisimo Corazón a las almas que veneral y ensalzan de modo particular la grandeza de Tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios Mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en Tu misericordia, y unidas a Ti, cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Éstas almas no serán juzgadas severamente, sino que Tu misericordia las protegerá en la hora de la muerte.

El alma que ensalza la bondad de su Señor
Es por Él particularmente amada.
Está siempre al lado de la fuente viva
Y saca gracias de la Divina Misericordia.

Padre eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran Tu mayor atributo, es decir, Tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivisimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones, desbordantes de gozo, Te cantan, oh Altisimo, un cántico de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales Tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en Ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo: A las almas que veneren esta infinita misericordia Mia, Yo Mismo las defenderé como Mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte. Amén.

Octavo dia

Hoy tráeme a las almas que estan en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Que los torrentes de Mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por Mi. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a Mi justicia. Está en tu poder llevarles alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de Mi Iglesia y ofrécelas en su nombre…. Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías contínuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con Mi justicia.

Jesus misericordiosisimo, Tu Mismo has dicho que deseas la misericordia; heme aquí que llevo a la morada de Tu muy compasivo Corazón a las almas del purgatorio, almas que Te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adeudada a Tu justicia. Que los torrentes de Sangre y Agua que brotaron de Tu
Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que tambien alli sea glorificado el poder de Tu misericordia.

Del tremendo ardor del fuego del purgatorio
Se levanta un lamento a Tu misericordia.
Y reciben consuelo, alivio y refrigerio
En el torrente de Sangre y Agua derramado.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa Pasión de Jesús, Tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra Tu misericordia a las almas que están bajo Tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, Tu amadísimo Hijo, ya que creemos que Tu bondad y Tu compasión no tienen límites.

Noveno dia

Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Estas almas son las que mas dolorosamente hieren Mi Corazón. A causa de las almas tibias, Mi alma experimentó la mas intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de Mi este cáliz, si es Tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a Mi misericordia.

Jesús piadosísimo, que eres la compasión misma, Te traigo a las almas tibias a la morada de Tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y Te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de Tu amor puro. Oh Jesús tan compasivo, ejercita la omnipotencia de Tu misericordia y atráelas al mismo ardor de Tu amor y concédeles el amor santo, porque Tú lo puedes todo.

El fuego y el hielo no pueden estar juntos,
Ya que se apaga el fuego o se derrite el hielo.
Pero Tu misericordia, oh Dios,
Puede socorrer las miserias aún mayores.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, estan acogidas en el piadosisimo Corazón de Jesús. Padre de la misericordia, Te suplico por la amarga Pasión de Tu Hijo y por su agonia de tres horas en la cruz, permite que tambien ellas glorifiquen el abismo de Tu misericordia….*

Oh día eterno, oh día deseado,
Te espero con anhelo e impaciencia.
Ya dentro de poco el amor soltará el velo,
Y tú te volverás mi salvacion.

Oh día espléndido, momento incomparable,
En que veré por primera vez a mi Dios,
Esposo de mi alma y Señor de los senores,
Siento que el temor no abrazará mi alma.

Oh dia solemnísimo, o día resplandeciente,
En que el alma conocerá a Dios en su poder,
Y se sumergirá entera en su amor,
Y conocerá que han pasado las miserias del destierro

Oh día feliz, oh día bendito,
En que mi corazón se incendiará de ardor eterno hacia Ti,
Porque ya ahora Te siento, aunque a través del velo,
Tú, oh Jesús, en la vida y en la muerte eres mi éxtasis
y encanto.

Oh día, que espero durante toda mi vida.
Y Te espero a Ti, oh Dios,
Ya que deseo solamente a Ti,
Sólo Tú estás en mi corazón y lo demás es nada.

Oh día de delicias, de eternas dulzuras.
Oh Dios de gran Majestad, Esposo mío,
Tú sabes que nada satisface el corazón de una virgen,
Apoyo mi sien sobre Tu dulce Corazón.”

También Nuestro Señor le comunicó a Sor Faustina los beneficios que se obtendrían del rezo de la Novena:

“11 V 1934. Una mañana, después de haber abierto la puerta para dejar salir a nuestra gente que traía el pan, entré un momento en la pequeña capilla, para hacer a Jesús una visita de un minuto y para renovar las intenciones del dia. Oh Jesús, hoy todos los sufrimientos, las mortificaciones, las plegarias, las ofrezco por el Santo Padre para que apruebe esta Fiesta de la Misericordia. Pero, Jesús, debo decirte todavía una palabra. Estoy muy sorprendida de que me ordenas hablar de esta Fiesta de la Misericordia, mientras esta Fiesta según me dicen, ya existe, entonces ¿para qué he de hablar de ella?

Y Jesús me contestó: ¿Quién, de entre la gente, sabe de ella? Nadie. Y hasta aquellos que han de proclamarla y enseñar a la gente esta misericordia, muchas veces ellos mismos no lo saben; por eso quiero que la imagen sea bendecida solemnemente el primer domingo después de Pascua y que se la venere públicamente para que cada alma pueda saber de ella.

Haz una novena según la intencion del Santo Padre, que debe constar de treinta y tres actos, esdecir de repetir este mismo numero de veces la oracion a la misericordia que te he enseñado.

“El Señor me dijo rezar esta coronilla durante nueve días antes de la Fiesta de la Misericordia. Debe iniciarse el Viernes Santo. Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias.

“28 XII [1936]. Hoy he iniciado la novena a la Divina Misericordia. Es decir, en espíritu me traslado delante de la imagen y rezo la coronilla que me enseñó el Señor. El segundo día de la novena vi esta imagen como si estuviera viva, rodeada de innumerables agradecimientos y veía una gran multitud de personas que acudían y vi que muchas de ellas eran felices. Oh Jesús, con que alegría latió mi corazón. Hago esta novena según la intención de dos personas, a saber el arzobispo y el Padre Sopocko. Ruego ardientemente al Señor que inspire al arzobispo para que apruebe esta coronilla tan agradable a Dios y esta imagen, que no aplace ni retrace esta obra…”

” Jesus me ordena hacer una novena antes de la Fiesta de la Misericordia y debo empezarla hoy por la conversión del mundo entero y para que se conozca la Divina Misericordia. Para que cada alma exalte Mi bondad. Deseo la confianza de Mis criaturas, invita a las almas a una gran confianza en Mi misericordia insondable. Que no tema acercarse a Mi el alma debil, pecadora y aunque tuviera mas pecados que granos de arena hay en la tierra, todo se hundirá en el abismo de Mi misericordia.”

“Ahora en cuanto a usted, hermana, está bien que se encuentre en este estado de indiferencia acerca de la voluntad de Dios y que esté mas equilibrada y procure este equilibrio. Ahora, en cuanto a todas estas cosas, usted, hermana, depende estrechamente del Padre Andrasz; yo estoy completamente de acuerdo con él. No haga nada por su propia cuenta, sino que siempre y en todo consulte a su director espiritual.

Mantenga en todo el equilibrio y la mayor calma posible. Una cosa más, hice imprimir esta coronilla que ha de estar al dorso de la estampita y también las invocaciones parecidas a las letanías también al dorso de la estampita; también otra estampa mas grande junto con algunas hojas con la novena a la misericordia. Rece, hermana, para que esto sea autorizado”.

“10 XI [1937]. Cuando la querida Madre me enseñó este librito en el cual están la coronilla y las letanías junto con la novena, pedí a la Madre que me lo dejara hojear. Mientras lo hojeaba, Jesús me hizo saber interiormente que: Ya muchas almas han sido atraídas a Mi amor por esta imagen. Mi misericordia actúa en las almas mediante esta obra. Supe que muchas almas han experimentado la gracia de Dios.”